Aymerich, R.
"A principios de este año, los clientes de GMO, una firma de inversiones fundada en 1977 en Boston, recibieron por correo electrónico la quarterly letter del fundador de la firma y jefe de estrategia, Jeremy Grantham.
Lo que contenía la carta les dejó perplejos. En un mundo en el que los análisis a corto plazo son lo más habitual, el autor les presentaba un profundo y sesudo análisis sobre las tendencias a medio y largo plazo de las principales materias primas (del petróleo a los metales, los textiles y los alimentos básicos). El documento, Time to wake up: days of abundant resources and falling prices are over forever (Es hora de despertarse: los días de recursos abundantes y de precios a la baja se han acabado para siempre), describía cómo la actual escalada en los precios y la volatilidad en las materias primas iniciada en el 2002 no era un ciclo más como los anteriores, sino el inicio de un cambio de paradigma. El fin de los buenos tiempos en los que las materias primas ayudaban al progreso de la humanidad.La humanidad entraba en una fase de escasez. Y de precios altos.
Días después, el artículo saltaba a la red y desataba un inusual debate entre economistas y profesionales de las ciencias sociales sobre los límites del crecimiento. También aquí. Mariano Marzo, catedrático de Geología de la Universitat de Barcelona, iniciaba la difusión del documento y publicaba un primer comentario en el suplemento Dinero de este periódico (en su edición del pasado 15 de mayo). Marzo es un hombre que combina los trabajos de campo en exploración con la divulgación periodística en energía. Es también uno de los abanderados de la hipótesis del peak oil, según la cual las reservas de hidrocarburos en el planeta habrían alcanzado su cenit y se habría entrado en una fase de extracción decreciente. ¿Compartían Grantham y Marzo la misma mirada malthusiana de los recursos? Marzo sonríe. "Thomas Malthus no iba del todo desencaminado... pero se equivocó en el tiempo. Era un hombre del XVIII y no podía imaginar la revolución que iban a suponer los combustibles fósiles".
Sea como fuere, Grantham saltaba este mes de julio al magazine de The New York Times, que le dedicaba un extenso reportaje. Oigan, advertían, que Grantham es un tipo serio, no es un pesimista al estilo de Nouriel Roubini.
Desde entonces, Grantham ha venido produciendo sucesivas quarterly letters en las que advierte de los problemas que generará la transición de una economía basada en los combustibles fósiles a otra basada en la solar y la eólica. Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Tanta escasez y escalada de precios no será fatal para unas economías endeudadas?
Grantham no es el único. Paul Jorion, economista keynesiano y antropólogo, acaba de publicar Le capitalisme à l'agonie (Éd. Fayard), una materia que suele hacer furor en el país vecino. Para Jorion, la actual crisis es en realidad una superposición de crisis: de las materias primas (el hombre también cree en el peak oil), ambiental y climática, e incluso filosófica. "Los ordenadores pueden con nosotros –dice Jorion–, no conocen el miedo y por eso hoy los mercados financieros arriesgan tanto...". Será mejor que sigan de vacaciones. La vuelta será muy dura." en : http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110821/54202182714/el-regreso-de-malthus.html
"A principios de este año, los clientes de GMO, una firma de inversiones fundada en 1977 en Boston, recibieron por correo electrónico la quarterly letter del fundador de la firma y jefe de estrategia, Jeremy Grantham.
Lo que contenía la carta les dejó perplejos. En un mundo en el que los análisis a corto plazo son lo más habitual, el autor les presentaba un profundo y sesudo análisis sobre las tendencias a medio y largo plazo de las principales materias primas (del petróleo a los metales, los textiles y los alimentos básicos). El documento, Time to wake up: days of abundant resources and falling prices are over forever (Es hora de despertarse: los días de recursos abundantes y de precios a la baja se han acabado para siempre), describía cómo la actual escalada en los precios y la volatilidad en las materias primas iniciada en el 2002 no era un ciclo más como los anteriores, sino el inicio de un cambio de paradigma. El fin de los buenos tiempos en los que las materias primas ayudaban al progreso de la humanidad.La humanidad entraba en una fase de escasez. Y de precios altos.
Días después, el artículo saltaba a la red y desataba un inusual debate entre economistas y profesionales de las ciencias sociales sobre los límites del crecimiento. También aquí. Mariano Marzo, catedrático de Geología de la Universitat de Barcelona, iniciaba la difusión del documento y publicaba un primer comentario en el suplemento Dinero de este periódico (en su edición del pasado 15 de mayo). Marzo es un hombre que combina los trabajos de campo en exploración con la divulgación periodística en energía. Es también uno de los abanderados de la hipótesis del peak oil, según la cual las reservas de hidrocarburos en el planeta habrían alcanzado su cenit y se habría entrado en una fase de extracción decreciente. ¿Compartían Grantham y Marzo la misma mirada malthusiana de los recursos? Marzo sonríe. "Thomas Malthus no iba del todo desencaminado... pero se equivocó en el tiempo. Era un hombre del XVIII y no podía imaginar la revolución que iban a suponer los combustibles fósiles".
Sea como fuere, Grantham saltaba este mes de julio al magazine de The New York Times, que le dedicaba un extenso reportaje. Oigan, advertían, que Grantham es un tipo serio, no es un pesimista al estilo de Nouriel Roubini.
Desde entonces, Grantham ha venido produciendo sucesivas quarterly letters en las que advierte de los problemas que generará la transición de una economía basada en los combustibles fósiles a otra basada en la solar y la eólica. Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Tanta escasez y escalada de precios no será fatal para unas economías endeudadas?
Grantham no es el único. Paul Jorion, economista keynesiano y antropólogo, acaba de publicar Le capitalisme à l'agonie (Éd. Fayard), una materia que suele hacer furor en el país vecino. Para Jorion, la actual crisis es en realidad una superposición de crisis: de las materias primas (el hombre también cree en el peak oil), ambiental y climática, e incluso filosófica. "Los ordenadores pueden con nosotros –dice Jorion–, no conocen el miedo y por eso hoy los mercados financieros arriesgan tanto...". Será mejor que sigan de vacaciones. La vuelta será muy dura." en : http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110821/54202182714/el-regreso-de-malthus.html
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