martes, 19 de julio de 2011

Cuando se cumplen cuatro meses del accidente de Fukushima y con los reactores aún fuera de control, empiezan a calcularse las dosis radiactivas que recibirá la población. Los resultados muestran que la evacuación se realizó de forma inapropiada y que miles de personas van a recibir altas dosis radiactivas.
Cuando han transcurrido ya cuatro meses del accidente nuclear de Fukushima, empiezan a calcularse las dosis radiactivas que recibirá la población. Primero fue el DOE (Departamento de Energía de EE UU), que calculó las dosis recibidas por las personas que habitan determinadas zonas del territorio en el próximo año. Recientemente ha aparecido un informe del IRSN (Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear francés) que ha estimado las dosis que recibirá la población en los próximos años.
Ambos informes coinciden en dibujar una “pluma” de altas dosis radiactivas, del orden de cientos de mSv al año (1 milisievert al año es la máxima dosis permitida en Europa para la población) a distancias superiores a los 80 km de la central nuclear. Esto viene a mostrar que tanto la zona de exclusión de 20 km, como la de control de 30 km son absolutamente insuficientes e inadecuadas. Una lección clave para los planes de emergencia es que hay que tener en cuenta la dirección y velocidad del viento para realizar las evacuaciones. No basta con trazar círculos concéntricos en torno a la central, o si se hace esto, hay que considerar distancias mucho mayores de lo que se considera hoy en día.
Según el IRSN la población japonesa que vive en la zona contaminada, fuera de la zona evacuada de los 20 km de radio, con mayor o menor grado de radiactividad, asciende a unas 70.000 personas que habitan una extensión de unos 874 km2 y entre las que figuran unos 500 niños menores de 14 años. Esta población supone el 26 % de la que habitaba cerca de Chernóbil (unas 270.000 personas) y la superficie es el 8,5% de la contaminada en Chernóbil (10.300 km2) para las mismas dosis.
Los cálculos del DOE contemplaban los isótopos de yodo y cesio, los del IRSN han considerado además de ellos el teluro, el rodio, el bario, el lantano y el niobio, lo que agrava las dosis radiactivas por su mayor tiempo de permanencia en el organismo. El informe reconoce que las dosis recibidas por esas personas “son significativas” y tendrán efectos sobre la salud.
Según Ecologistas en Acción en estos momentos la nuclear de Fukushima sigue sin estar controlada y se continúa inyectando agua dulce para refrigerar los reactores, lo que acrecienta el volumen de residuos radiactivos a gestionar. La cantidad total se cifra en unas 200.000 toneladas de agua contaminada. Se están ensayando diversos métodos para hacer precipitar los contaminantes, pero aún sin ningún éxito.
Más enhttp://www.kaosenlared.net/noticia/alerta-nuclear-japon-poblacion-cercana-fukushima-recibira-altas-dosis-

0 comentarios:

Publicar un comentario