jueves, 25 de julio de 2013

Las empresas mineras aprovechan el caos institucional que priva en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que carece de un reglamento para su Ley Orgánica, por lo que se han convertido en una amenaza para el patrimonio arqueológico, como en los estados de Guerrero y Morelos, advierte el investigador Felipe Echenique. El pasado 5 de junio la Semarnat negó la autorización en materia de impacto ambiental a la empresa canadiense Esperanza Silver para la implantación de un proyecto minero, pero firmas como ésta, se van imponiendo, ante la indefensión del INAH, alerta el historiador. Más en:http://www.proceso.com.mx/?p=347861

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