jueves, 12 de enero de 2012



Es una gallinácea algo más robusta que una paloma. El pico y las patas son de color rojo (de ahí su nombre) y en la cabeza luce un anillo ocular rojo y una banda de color negro que va desde el cuello hasta la franja ocular. Su garganta es blanca y el pecho azulado. Su plumaje dorsal es de color pardo, presentando unos flancos de colores pardos, negros y grises, que le ayudan a camuflarse por el suelo. Los inmaduros tienen un color más apagado.


El nido de la perdiz  esta ubicado generalmente en el suelo, cubierto de hojas y arbustos. La puesta tiene lugar de Abril a Junio y suelen poner de diez a diecisiete huevos. La incubación la realiza la hembra durante tres semanas, siendo los pollos nidífugos, es decir, que abandonarán el nido nada más nacer, pudiendo alimentarse por si mismos, aunque necesitarán la guía y protección de la hembra durante algún tiempo. Suele suceder que una hembra realiza dos puestas, en cuyo caso el macho colabora incubando el otro nido. El perdigón nace cubierto de un plumón de color terroso absolutamente mimético, a las 4 semanas es mudado pudiendo ya volar; las plumas definitivas las alcanzan a los 3 meses. Los machos presentan unos característicos espolones.

En la fase no reproductora se agrupan en bandas de 15 a 30 individuos, entre adultos y pollos del año; de 4 a 6 machos solteros o viudos; aunque también puede haber machos solitarios.

 La alimentación de la perdiz roja es variada, come hojas, brotes, bayas, semillas e incluso insectos. Es un ave muy bien adaptada a la falta de agua, que aguanta grandes periodos de tiempo sin beber con el solo líquido que le proporciona su alimentación.

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