miércoles, 15 de agosto de 2012

Por César Augusto Ramírez Giraldo - cesar.ramirez@upb.edu.co
Cuando Victoria Dávila, una estudiante de décimo semestre de Medicina, ingresó a la UPB jamás se imaginó que trabajar con la comunidad indígena le cambiaría su percepción de la vida y de la salud misma, pues en sus palabras la investigación aportamás cuando se impacta con ella a otros y se les ayuda a mejorar su calidad de vida, pero eso sí, sin olvidar todo lo que uno se enriquece.
Y es que en el mundo de la ciencia a cualquiera le puede pasar que piense que se investiga desde un laboratorio, pero el paso a la práctica no sólo es fundamental sino necesario.
En palabras de Mauricio Hernández, un aventajado médico investigador, líder del proyecto “Prevalencia de la tuberculosis en pueblos indígenas de Antioquia”, quien asumió en su vida que la mejor manera de enseñar era aprendiendo con la gente y así lo ha cultivado en sus alumnos, este proyecto nace de la pregunta sobre lo que se puede hacer desde la indagación de esta patología con uno de los grupos poblacionales más vulnerables ante la enfermedad, como son los indígenas.
Lo primero que hizo fue buscar un acercamiento para generar confianza con las autoridades indígenas. El siguiente paso fue seleccionar comunidades indígenas de Antioquia, que pertenecen a las etnias embera katío, embera dobida, embera eyabida y tules. Por ello, se organizaron visitas para conocer cuál era la situación de la tuberculosis en cada comunidad.
Para lograrlo se conformó un equipo, con estudiantes, docentes de la Facultad de Medicina, investigadores de la Unidad de Bacteriología y Micobacterias de la CIB-UPB y delegados de la OIA (Organización Indígena de Antioquia) y se iniciaron las visitas a las comunidades, diez en total. A través de una estrategia de intercambio de saberes, basada en el respeto por su conocimiento milenario, se quiso saber cuál era el concepto general de enfermedad que se tiene en las comunidades indígenas para determinar el lugar en el que se podía ubicar la tuberculosis y transmitir el mensaje de que esta enfermedad es transmisible, susceptible de ser diagnosticada y curada con un tratamiento oportuno.

La enfermedad del espíritu

Para cualquier paciente es fácil entender cuándo se está enfermo, pero no así para un indígena, quien, en su gran mayoría, piensa en la tuberculosis como una enfermedad del espíritu, en su lenguaje Osso padecimiento que produce tos y que en la tos, por salir sangre, sale también el alma de la persona. Noción que se respetó pero se enriqueció con el concepto médico, y a aquellas personas suceptibles de padecer tuberculosis se les tomó una muestra de esputo para
hacer el diagnóstico y los que tuvieron un resultado positivo fueron remitidos al sistema para su tratamiento.
Cuando se piensa en ser médico cualquiera imagina hospitales, consultorios, urgencias, pero cómo aprovechar esta experiencia con otros en su contexto y sentir el placer de compartir con quienes más lo necesitan, aun en condiciones difíciles. Así lo experimentó Jonathan Cardona, estudiante de quinto semestre, quien insiste en que fue una de las experiencias más enriquecedoras que ha tenido en su carrera profesional y en su vida.
Y así lo testimonia el Dr. Hernández, pues les permite entender que la salud tiene determinantes diferentes a lo puramente biológico como son la cultura, el ambiente y la nutrición misma.
Más en:http://www.renata.edu.co/index.php/component/content/article/5-noticias/3745-la-tos-del-espiritu-en-pueblos-indigenas-de-antioquia-la-medicina-desde-la-mirada-del-investigador.html

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