Los tres sindicatos del INAH acusaron al gobernador Rafael Moreno
Valle de privatizar la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe; además
critican a las autoridades de la dependencia federal de permitir la
adulteración del sitio histórico donde se registró la batalla del 5 de
mayo.
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS HABITANTES DE PUEBLA
Los
profesores investigadores, arquitectos-restauradores y trabajadores
técnicos, manuales y administrativos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, nos deslindamos y denunciamos los arbitrarios y
destructivos trabajos de intervención y acondicionamiento de la
denominada área “Los Fuertes” en la ciudad de Puebla de Zaragoza,
realizados por el gobierno del estado y avalados en todos sus términos y
caprichos por la Dirección General del INAH.
Con
motivo del 150 Aniversario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, el
actual gobierno de Rafael Moreno Valle ordenó equívocas intervenciones
en la Zona de Monumentos Históricos de los Fuertes, carentes de un
proyecto ejecutivo histórico, arquitectónico y ambiental integral que
dio como resultado: 1) la adulteración, tergiversación y privatización
del emblemático espacio histórico-natural de la Batalla de Puebla; 2) un
mal planeado distribuidor vial; 3) dolosas y costosas intervenciones
arquitectónicas en los Fuertes de Loreto y Guadalupe; 4) la destrucción
del paisaje de esta importante área, debido a la construcción de
estacionamientos concesionados; 5) locales comerciales y zonas de
recreación sujetas a pago que no dignifican, ni respetan la importancia
simbólica del territorio de la célebre Batalla de Puebla contra el
invasor ejército francés.
Los trabajadores del
INAH no estamos de ninguna manera en contra de la modernidad, como
arguyen muchos funcionarios ante las críticas que hacemos a sus
caprichosas obras de construcción sin sustento académico y legal, que
terminan exhibiendo el mal gusto (no relacionado con lo moderno) por las
prisas, arrebatos, la discrecionalidad y opacidad en el gasto de los
recursos públicos para edificaciones “conmemorativas”, como sucedió con
la dispendiosa Estela de Luz, en el DF, y ahora con la lastimosa
transformación en la Zona de Monumentos Históricos de los Fuertes que
privatiza lo que hasta hace unos meses todavía era un espacio público.
Nos
deslindamos de lo ejecutado en la Zona de Monumentos Históricos de los
Fuertes en función de que no se atendieron nuestras reiteradas denuncias
y solicitudes de información sobre lo que se estaba realizando en el
lugar y que hoy exhiben la violación flagrante de la declaratoria de
Zona de Monumentos Históricos y, con ello, la adulteración y
tergiversación de espacios, volumetrías, visuales naturales, lecturas
del conjunto históricos arquitectónico de los Fuertes y de su uso social
público y gratuito. Esto impedirá una apropiación histórica para
propios y extraños de aquella batalla de resistencia tan extraordinaria
del pueblo de México contra el ejército invasor francés que, no hay que
olvidar mereció, del poeta francés Víctor Hugo un conmovedor y doliente
mensaje de solidaridad con el pueblo de México, a sus militares y a la
población rural e indígena que defendió su territorio.
El
gobierno de Puebla y los funcionarios del INAH, en lugar de dignificar
esta zona histórica mantener su uso común y dominio público y, con ello,
la comprensión y aprecio de aquel momento de la historia, instrumentan
una celebración estilo Hollywood en un territorio ya deformando, pagando
a compañías extranjeras la realización del tradicional Desfile del 5 de
Mayo y ejecutando obras de costo elevado para el erario público que
poco se relacionan con los sucesos de hace 150 años (de igual manera que
sucedió con los festejos del Centenario y del Bicentenario, ¡nuestras
fiestas nacionales en manos de las corporaciones transnacionales!).
Asimismo, han convertido el área histórica de aquella gloriosa batalla
en un parque de diversiones privado mientras que las comunidades de
donde vinieron los soldados del ejército mexicano (zonas indígenas y
rurales) han quedado en el olvido, sin que se valore su contribución al
acto que se conmemora.
¿Cómo enseñar la historia
de México en un escenario perturbado y privatizado para la compra-venta
del espectáculo? ¿Cómo llamar a la deforestación iniciada con el
proyecto de Lorena Zedillo, agravada con el cuestionable centro
expositor de Mario Marín y, ahora, completada con el arrasamiento de los
árboles y el entorno natural? ¿Acaso el cerro no es terreno propicio
para un proyecto de desarrollo sustentable que respete el entorno y que
permita continuar su importante papel en la recarga hídrica, la
recepción de aves migratorias y la regulación del clima?
No
son los fuegos artificiales de una empresa estadounidense, ni el rostro
de una ex Miss Universo, ni las fuentes danzantes en el cerro de Loreto
lo que necesita el pueblo de México. Se requiere que los servidores
públicos, empezando por el gobernador y sus funcionarios, la
administración municipal y los administradores del INAH ejerzan sus
funciones con transparencia y compromiso social, y sobre todo, con
respeto por las leyes vigentes referentes a la salvaguarda protección,
investigación, y dignificación de los monumentos y zonas de monumentos
históricos, arqueológicos, artísticos y paleontológicos.
Banalizar
y lucrar con el aniversario de la gesta del 5 de Mayo está más cerca
del oropel que cubrió al emperador impuesto por los franceses, y no a la
sangre mexicana que cubrió el suelo poblano, donde ahora se impostaron
obras que más apuntan al olvido de la gloriosa Batalla de Puebla que a
dejar testimonio de las caras lecciones de la historia.
Sindicato de Profesores Investigadores del INAH D-II-IA-1
Sindicato de Arquitectos-Restauradores del INAH D.II-IA-2
Sindicato de Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH D-III-24
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